lunes, 3 de octubre de 2011

JORNADA 4. JUSTICIA EN LOS PUNTOS, INJUSTICIA EN LOS GOLES.

Es lo que tienen los deportes cuya concepción y sistema de tanteos se mueve en guarismos tan bajos: puede suceder que el marcador diga una cosa y lo visto en el terreno de juego, otra. Aún así, precisaremos que el partido de ayer del Talarrubias, a pesar de ser superior a su rival, no fue la quinta esencia del juego.

Castilblanco ya es un equipo capoteado por los campos de la regional, y eso se nota. Con un equipo por momentos áspero como una lija, y con el dominio absoluto del choque y el juego trabado, puso en no pocas dificultades al equipo local que no tuvo una tarde muy fluida pero que, aún así, dominó el partido desde el pitido inicial.

En una tarde en la que poco a poco se consiguió un buena entrada de público, Juan y Mariano dispusieron el siguiente equipo: Sergi; Simón (Carlos, min. 5), Juli, Charli, David; Samuel (Cristian, min. 84) Fidel (Blas, min. 25), Francisco, Miguel; Manuel y Kike (Edu, min. 79 ) También estuvo Pedro Luis como portero suplente.

Gol: 1-0, Samuel min. 57.

El partido comenzó teniendo contraindicaciones casi desde el principio. Fue en el arranque cuando Simón, ayer lateral derecho, tuvo que retirarse por un problema muscular en la parte posterior del muslo cuando corría en pugna con un extremo visitante a por un balón largo. Le sustituyó Carlos que cuajó, en líneas generales, un buen partido.

 
Pero decíamos que el equipo contrario tiene el colmillo ya con alguna vuelta y bien que lo demostró. En un partido trabado, carente de ritmo y sobre todo cercano al estallido que provocara la chispa que convierte los encuentros en una batalla, Talarrubias coleccionó cicatrices y, por raro que parezca, tarjetas. De todas formas, se nota esta temporada cierta bajada en los hábitos perniciosos del equipo, salvo en momentos puntuales.


Fue mediada la segunda parte cuando Manuel, muy batallador toda la tarde como suele, recibía la primera ración en un salto donde creo que hubo choque de cabezas: tremenda patata en su cabeza la que se fue formando a lo largo del partido. Codos afilados hubo al poco tiempo en un salto de Fidel en la frontal del área que consiguió profundizar aún más, si cabe, en la sensación de dolor: brecha en la ceja que provoca una hemorragia aparatosa y acaba con nuestro centrocampista en el centro de salud. ¿ El árbitro ?: Agua. Ni falta señaló. Le sustituyó Blas en el mediocentro.


A partir de ese momento, tras la sustitución de Fidel, y porque la sangre ajena asusta y parece ser que también amansa, Castilblanco bajó un ápice el tono de severidad en un partido que, como decíamos, caminaba por el alambre de la antideportividad. La primera parte se consumió con poco que contar a nivel de ocasiones pero con cierto goteo de acercamientos al área, sobre todo por la banda izquierda, de Miguel que no encontraron rematador. El partido fue de Talarrubias en la primera parte, con un lanzamiento al larguero del citado Miguel pero con Castilblanco, aunque en contadísimas ocasiones, metiendo el miedo en el cuerpo a la parroquia local, como en una contra en la que uno de sus extremos acaba reventando el balón contra la cruceta.


La segunda parte viró ya totalmente hacia territorio talarrubiense, y Castilblanco, quizá acusando el esfuerzo de la primera mitad y pagando las consecuencias de un equipo pesado atrás al que ayer se le movió mucho de su hábitat (este equipo en su campo debe de ser otra cosa por lo reducido de las dimensiones del mismo), bajó varios puntos.

Así la segunda parte comenzó con un goteo de acercamientos al área en los que ya sí se barruntaba el gol. Aún así la puntería estaba algo desviada y Manuel, Kike y Miguel probaron fortuna sin obtener premio. El gol se hacía rogar..., pero llegaría. Fue en una internada de Miguel por la banda izquierda en la que gana por enésima vez a la defensa visitante por fuerza y velocidad en la que nuestro extremo dispara cruzando el balón y éste se estrella en la base del palo. El balón fue recogido por Samuel que dispara a puerta, ya con un bosque de piernas interponiéndose en el camino, y el balón vuelve a pegar en el palo, esta vez en el otro, para acabar entrando en la portería visitante con suspense. Uno a cero, se había logrado el objetivo.

Después del gol los locales bajaron varios puntos su juego. Seguían dominando el partido con un carácter casi funcionarial, de mero trámite, pero con la espada de Damocles que supone un resultado corto pendiendo de su cabeza. Iba a tocar sufrir.


Ya en las postrimerías del encuentro se renovó el ataque local y entraron Cristian y Edu. Así Cristian ayudó a hilvanar alguna jugada en las inmediaciones del área y Edu tuvo algún que otro acercamiento con peligro que no acabó en gol de milagro. Pero el resultado seguía siendo corto. Por aquellos entonces Castilblanco boqueaba, como si cogiera fuerzas, a la espera de una opción de sacar algo. No hubiera sido justo.

 
Pero tuvo su opción ya casi el final del partido en un balón largo a uno de sus extremos que le hace entrar en el área, ya con la jugada algo embarullada, y es entre Charli y Juli como se desvarata la jugada concediendo un corner. Al saque de éste le siguió otra jugada que dejó el corazón en un puño a los locales cuando su capitán, que bordeó el reglamento con un amplio repertorio pero acabó el partido, disparó al palo largo de Sergi marchándose el balón por poco a la izquierda de la portería local. No habría tiempo para más y el partido acabaría con suspense pero final feliz.

 
Cuarta victoria que nos aupa al liderato, ya en solitario pero teniendo Zurbarán un partido menos, en la que se consiguió dejar la portería a cero y el equipo cumplió. Se bajó el nivel de juego, menos vistoso al menos, pero se mejoró en el dominio del partido y otras facetas como la concentración y el sufrimiento. Y esto no es menos importante.

1 comentario:

fidel dijo...

bueno gente este finde no voy pal pueblo asik muxa suerte pal el partido del domingo y no bebais muxo en la fiesta del viernes