lunes, 10 de octubre de 2011

JORNADA 4. PUDO SACARSE MÁS, PERO TAMBIÉN FUE JUSTO.

Un dos a uno en contra es todo lo que pudimos traernos de Gargáligas en un encuentro en el que los locales tuvieron mucho más claras las ideas de lo que le convenía al partido y nosotros, a pesar de una aparente calma y control de la situación, no le tomamos la medida al encuentro en ningún momento más allá de ramalazos puntuales.
Con una nutrida presencia de afición visitante, como podéis ver en la foto de arriba, que casi copaba la grada lateral del campo, Juan presentó el siguiente equipo: Pedro Luis; Parra, David, Charli, Miguel; Samuel (Fran Rivera, 53 ), Juli (Rafa, 86), Francisco, Edu (Carlos, 62); Manuel y Kike (Cristian, 74).También estuvo en el banquillo, como portero suplente, Sergi.
Goles: 1-0, min. 17; 2-0, min. 62; 2-1, min. 87 Fran Rivera.

Como decíamos los locales tuvieron mucho más claro qué era lo que le convenía al partido. Parapetados en un trabajador y organizado medio del campo, con algún puñal en las alas que no tocaba casi el suelo en carrera y el oportunismo de sus rematadores hicieron lo que tenían que hacer para llevarse el partido y los tres puntos.

El C.D. Talarrubias, sin Fidel en el campo, se encomendó a una serie de cambios en la ubicación de sus jugadores que no trajeron consigo el resultado esperado: el equipo tuerce el gesto sin Fidel, un centrocampista puro que conoce el oficio y maneja el decálogo del ahora reparto, ahora presiono y ahora contemporizo el juego.
Gargáligas es un equipo joven, con un par de pinceladas de necesaria veteranía que conforman un conjunto ágil, vivo sobre el campo y que nunca le pierde la cara al partido. Además, como ya apuntábamos, puso en liza un planteamiento de manual que aprovechaba muchas de sus virtudes como equipo y exploraba las miserias visitantes.

Así, mediada la primera mitad, una indecisión de los visitantes es aprovechada por uno de los extremos locales (el número 9 creo, el mejor jugador de largo en el partido) para penetrar por un costado como el cuchillo en la mantequilla y poner un balón que más que pase era una declaración de amor. El delantero recogió el balón, lo embolsó en zona de pulsaciones altas y ajusticiaba a un Pedro Luis que nada pudo hacer.
El gol local penalizaba al C.D. Talarrubias que había mostrado más control de pelota, más acercamientos al área pero poca claridad. Pudo ser peor la cosa pues los locales se plantaron poco después delante de Pedro Luis pero nuestro portero aguantó bien al delantero y pudo sacarle el remate a gol no sin ciertos apuros.

Al poco de anotar el Gargáligas el gol que abría la contienda, el Talarrubias apretó un tanto la tuercas al partido y por mediación de Kike y Manuel empujó a los locales contra su área para tener una serie de acercamientos al área que no pudieron concretarse. Tampoco fueron la quinta esencia de la claridad: balones al área con cierta intención, esféricos muertos zona de peligro que no alcanzamos a rematar y algún que otro lanzamiento desde fuera del área sin fortuna. Aún así, sí que hubo alguna acción comprometida para los locales como un remate de cabeza de Manuel dentro del área que se marcha fuera y dos acciones consecutivas en las postrimerías de la primera parte como fueron un lanzamiento del C.D. Talarrubias que el portero local manda en una buena intervención a corner para que, tras el saque de esquina, el balón sea rematado por los visitantes y éste salga lamiendo el palo derecho del Gargáligas.
La segunda parte fue un calco de la primera. Talarrubias presentando un juego deslabazado que abusó por momentos del balón largo buscando la velocidad de Kike y Gargáligas esperando su momento para poder dejar el partido casi visto para sentencia. Fue como pensaban los locales. Y ya nos habían avisado gracias a un intencionado lanzamiento desde la linea del área grande de uno de sus delanteros que provocó una gran intervención de Pedro Luis doblando riñones.
Pero una nueva entrada por banda de los locales pilló a Parra adelantado y sin cobertura, así que el veloz extremo izquierda volvería a buscar la linea de fondo para poner un balón envenenado al corazón del área que es rematado por uno de sus delanteros casi en boca de gol. Nuevo regalo del chaval, e iban dos. Antes Kike había cruzado un balón en exceso en una internada en el área que se fue por poco.


El segundo gol de los locales propició una serie de cambios en el C.D. Talarrubias que provocaron una mejora en los visitantes. Entró Carlos por Juli y el equipo presentó un dibujo más natural. Miguel, que ayer jugó gran parte del partido de lateral izquierdo, adelantó su posición y se le vió más cómodo. Rafa entraría por Juli y tuvo un efecto normalizador en el equipo pues es centrocampista y bajó el balón al suelo para jugarlo y Fran Rivera sustituyó a Samuel y aportó profundidad, desborde e incisión en el costado derecho. También, que todo hay que decirlo, Gargáligas dió un pasito atrás, lógico tras el dos a cero, y nos permitió algo más de juego. Pudo pagarlo caro.

Y pudo pagarlo porque se olvidó de atacar y se dedicó a contemporizar el juego. El Talarrubias, con un puntito de desesperación pero dejando mejores sensaciones que lo visto hasta el momento, comenzó un ataque que parapetó a los locales en el balcón del área grande. Tuvimos nuestras opciones pero no pudo ser.
Cristian, que salió con poco tiempo por delante, pudo meter el miedo en el cuerpo a los locales cuando se hace con un balón suelto que le pone solo contra el portero..., pero había kilómetros entre su posición y la meta contraria y un defensa llega para cortar el avance cuando la acción ya amenzaba peligro inminente. Acto seguido, con el Talarrubias ya volcado buscando lo que fuera, una sucesión de corners trajo consigo el gol visitante y primer tanto que reciben los locales en la temporada. Fue obra de Fran Rivera, que se adelantó a la defensa local y de cabeza ponía el dos a uno que traía la incertidumbre al Municipal de Gargáligas.

El partido en la recta final siguió por los mismo derroteros. Gargáligas buscaba la orilla y Talarrubias el gol del empate. Y pudo llegar. Fue en un balón colgado desde la derecha que no llega a ser despejado por la muy segura defensa local en la tarde de ayer que le llega a Cristian para que éste, a la media vuelta, golpee a puerta. Juro que ví gol. Y no fui yo solo, ya que la parroquia visitante también cantó gol. Pero el balón, como un funambulista de primera, trazó una trayectoria casi paralela a la linea de gol que acabaría saliendo de fondo. El Talarrubias no daba crédito y varios de sus jugadores, presos de la frustración, se desvanecieron sobre el césped de Gargáligas. Se había perdido y no quedaba tiempo para más.

En definitiva victoria local, merecida, que bien pudo haber sido un empate ya que a pesar de que el C.D. Talarrubias no tuvo su mejor tarde sí que no le perdió nunca la cara al juego y al final pudo rascar un empate. Una victoria visitante ya sí hubiera entrado, quizá, en terrenos más discutibles sobre merecimientos. Seguimos (co)líderes, aunque sea con la falsa sensación que proporciona una competición a la que le faltan partidos pendientes y cuyo número de integrantes es impar, lo que provoca que haya equipos con déficit de encuentros respecto a otros.
Esta semana nos visita Ruecas, colista de la competición con dos partidos menos que cuenta sus encuentros por derrota, y el equipo deberá de pasar página para poder proseguir en lo alto de la clasificación. El equipo tiene mejor pinta que el año pasado y ha alcanzado un grado de madurez que no tenía y que en partidos como el de ayer provocaban resultados y consecuencias mucho más perjudiciales e indecorosas. Y Gargáligas estará arriba si sigue como ayer.

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