Tercera derrota en cuatro partidos y el equipo, de momento al menos, no levanta cabeza en este mal arranque de temporada que nos coloca en una incómoda décimosegunda posición con balance de tres puntos.
Las bajas con las que nos presentamos al partido en tres teórico titulares como son Miguel, Manuel y Juli, máxime si tenemos en cuenta que ocupan posiciones de las ubicadas en el "pasillo de seguridad" que diría Aragonés, fueron cubiertas con más o menos fortuna por Blas, Vicente y con algún retoque en la disposición táctica.
El partido de Herrera, visto el descalabro de la jornada anterior en casa ante Esparragosa fue un encuentro en el que poquísimas ocasiones realmente claras hubo y que se decantó, ya en los minutos finales, a favor de Herrera en un error de concentración de nuestra defensa, con el equipo ya echado hacia delante en busca de la victoría que pilló nuestra retaguardia más desguarnecida de lo que quizá debiera.
En el primer tiempo, que fue más bien de Herrera, cosas quizá de estar más acoplados al césped artificial, el partido fue más bien aburrido, con los locales tratando de tocar el balón y encontrar algún hueco, pero prácticamente ni una jugada de peligro. Se adivinaba una intención en el equipo de casa, pero no conseguían llegar con verdadero peligro a nuestra portería. Fue un dominio territorial que poco a poco nos fuimos sacudiendo y que ya al final de la primera parte fuimos nivelando para acabar en un empate a cero que, por lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos, no terminaría en un partido con muchos goles.
Por concretar qué jugadas con un atisbo de peligro pudo haber, decir que Chuti lo intentó en algunas ocasiones, Kike también y sobre todo, mediante jugadas a balón parado, Parra golpeó alguna vez con más intención que peligro. Los locales, por su parte, buscaron a su rápido delantero, un jugador al que Charli y Vicente ataron en corto y que no pudo realizar ni una jugada de peligro real mientras estuvo en el centro del ataque. Acabaría siendo reubicado en una posición que ya le hemos visto más veces y desde la cual, en las postrimerías del partido, realizó una gran jugada para acabar dándonos una, para mí, injusta puntilla.
La segunda parte fue territorialmente dominada por el C.D. Talarrubias tras un cambio táctico por parte de Herrera que propició que nuestra defensa, ya sin el delantero antes mencionado en el centro del ataque, pudiera avanzar lineas ya que en los cambios los locales metieron a un par de jugadores de menor capacidad física y velocidad, pero mayor toque de balón.´
Así comenzamos a jugar, a tocar algo más y poco a poco a arrinconar a Herrera en lo que ya definimos, pero a la inversa, como un dominio del juego territorial que, si bien no se concretó en goles, sí que adivinó cierto run-run de que algo podría pasar. El equipo estaba en esta segunda mitad más enchufado.
Herrera buscó el contraataque pero nuestra defensa, a excepción de la banda izquierda por dónde atacaba el posterior autor del gol, se encontraba más bien cómoda. Herrera dispuso de varios lanzamientos muy alejados y en posiciones poco ventajosas que se marcharon bastante desviados o llegaron muy flojos a las manos de Pedro Luis. Nosotros, por nuestra parte, tocábamos con algo más de criterio e intentábamos hallar un hueco en la segura y compacta defensa local. Pocas veces los conseguimos salvo en un par de ocasiones en las que mediante paredes pudimos entrar en el área con cierto peligro. En una de ellos Cristian estuvo a punto de conectar un remate en buena posición pero pegó mal al balón para luego, en segunda jugada, tratar de remachar con poca fortuna pues su defensa se recompuso y abortó el peligro.
Y cuando más cerca estábamos al menos del empate por la comodidad en la que nos hallábamos en el encuentro un balón colgado por banda se pasea hasta el otro costado para caer en manos de Risquillo, su mejor jugador, y este encara a nuestra defensa dejándola atrás en velocidad para asestar el golpe y el mazazo que a la postre sería definitico. En un uno-dos relampagueante su delantero se plantó ante Pedro Luis algo escorado para descargar un seco disparo abajo que se coló, ya sin remisión, en nuestra portería para dejarnos, otra vez, con mal sabor de boca.
De aquí al final se jugó poco y fue un quiero y no puedo por parte nuestra. Se pasó al plan B, realmente al que todos recurren en estos casos, y comenzamos a bombear balones a ver si nuestra delantera, por fin, abría la lata. Mal asunto para nosotros fue aquello pues su defensa se encontró mucho más cómoda en estos menesteres y despejaban sin contemplaciones todo lo que les llegaba. El final llegó para nosotros cuando ya Herrera sabía que ganaría pues como decimos se manejó en estos minutos bastante bien.
En definitiva, tercera derrota, por la mínima eso sí, que no debe tener las connotaciones negativas que tuvo la de Esparragosa. El equipo le jugó de tú a tú a un rocoso y potente equipo de Herrera en un choque en el que, visto lo visto, lo más justo hubiera sido el empate. Por ocasiones claras, una para cada uno, y por dominio del juego (un tiempo para cada). El equipo mostró una cara bien distinta a la mostrada en este comienzo y dejó claro que si pone la voluntad y el empeño necesarios puede aspirar a más cosas. Por desgracia, el bache se tratará de abandonar ya en la jornada cinco ante el equipo de Logrosán. Será otro rival, en nuestro campo, y sobre todo seguro que el equipo saldrá, como ya demostró en Herrera, con las pilas puestas para cambiar esta situación.
Crónica de Santi Rayo, fotos Pedro Gonzálvez e infografía Juanma García.
Si queréis leer la crónica según el equipo rival, pinchad aquí.
Las bajas con las que nos presentamos al partido en tres teórico titulares como son Miguel, Manuel y Juli, máxime si tenemos en cuenta que ocupan posiciones de las ubicadas en el "pasillo de seguridad" que diría Aragonés, fueron cubiertas con más o menos fortuna por Blas, Vicente y con algún retoque en la disposición táctica.
El partido de Herrera, visto el descalabro de la jornada anterior en casa ante Esparragosa fue un encuentro en el que poquísimas ocasiones realmente claras hubo y que se decantó, ya en los minutos finales, a favor de Herrera en un error de concentración de nuestra defensa, con el equipo ya echado hacia delante en busca de la victoría que pilló nuestra retaguardia más desguarnecida de lo que quizá debiera.
En el primer tiempo, que fue más bien de Herrera, cosas quizá de estar más acoplados al césped artificial, el partido fue más bien aburrido, con los locales tratando de tocar el balón y encontrar algún hueco, pero prácticamente ni una jugada de peligro. Se adivinaba una intención en el equipo de casa, pero no conseguían llegar con verdadero peligro a nuestra portería. Fue un dominio territorial que poco a poco nos fuimos sacudiendo y que ya al final de la primera parte fuimos nivelando para acabar en un empate a cero que, por lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos, no terminaría en un partido con muchos goles.
Por concretar qué jugadas con un atisbo de peligro pudo haber, decir que Chuti lo intentó en algunas ocasiones, Kike también y sobre todo, mediante jugadas a balón parado, Parra golpeó alguna vez con más intención que peligro. Los locales, por su parte, buscaron a su rápido delantero, un jugador al que Charli y Vicente ataron en corto y que no pudo realizar ni una jugada de peligro real mientras estuvo en el centro del ataque. Acabaría siendo reubicado en una posición que ya le hemos visto más veces y desde la cual, en las postrimerías del partido, realizó una gran jugada para acabar dándonos una, para mí, injusta puntilla.
La segunda parte fue territorialmente dominada por el C.D. Talarrubias tras un cambio táctico por parte de Herrera que propició que nuestra defensa, ya sin el delantero antes mencionado en el centro del ataque, pudiera avanzar lineas ya que en los cambios los locales metieron a un par de jugadores de menor capacidad física y velocidad, pero mayor toque de balón.´
Así comenzamos a jugar, a tocar algo más y poco a poco a arrinconar a Herrera en lo que ya definimos, pero a la inversa, como un dominio del juego territorial que, si bien no se concretó en goles, sí que adivinó cierto run-run de que algo podría pasar. El equipo estaba en esta segunda mitad más enchufado.
Herrera buscó el contraataque pero nuestra defensa, a excepción de la banda izquierda por dónde atacaba el posterior autor del gol, se encontraba más bien cómoda. Herrera dispuso de varios lanzamientos muy alejados y en posiciones poco ventajosas que se marcharon bastante desviados o llegaron muy flojos a las manos de Pedro Luis. Nosotros, por nuestra parte, tocábamos con algo más de criterio e intentábamos hallar un hueco en la segura y compacta defensa local. Pocas veces los conseguimos salvo en un par de ocasiones en las que mediante paredes pudimos entrar en el área con cierto peligro. En una de ellos Cristian estuvo a punto de conectar un remate en buena posición pero pegó mal al balón para luego, en segunda jugada, tratar de remachar con poca fortuna pues su defensa se recompuso y abortó el peligro.
Y cuando más cerca estábamos al menos del empate por la comodidad en la que nos hallábamos en el encuentro un balón colgado por banda se pasea hasta el otro costado para caer en manos de Risquillo, su mejor jugador, y este encara a nuestra defensa dejándola atrás en velocidad para asestar el golpe y el mazazo que a la postre sería definitico. En un uno-dos relampagueante su delantero se plantó ante Pedro Luis algo escorado para descargar un seco disparo abajo que se coló, ya sin remisión, en nuestra portería para dejarnos, otra vez, con mal sabor de boca.
De aquí al final se jugó poco y fue un quiero y no puedo por parte nuestra. Se pasó al plan B, realmente al que todos recurren en estos casos, y comenzamos a bombear balones a ver si nuestra delantera, por fin, abría la lata. Mal asunto para nosotros fue aquello pues su defensa se encontró mucho más cómoda en estos menesteres y despejaban sin contemplaciones todo lo que les llegaba. El final llegó para nosotros cuando ya Herrera sabía que ganaría pues como decimos se manejó en estos minutos bastante bien.
En definitiva, tercera derrota, por la mínima eso sí, que no debe tener las connotaciones negativas que tuvo la de Esparragosa. El equipo le jugó de tú a tú a un rocoso y potente equipo de Herrera en un choque en el que, visto lo visto, lo más justo hubiera sido el empate. Por ocasiones claras, una para cada uno, y por dominio del juego (un tiempo para cada). El equipo mostró una cara bien distinta a la mostrada en este comienzo y dejó claro que si pone la voluntad y el empeño necesarios puede aspirar a más cosas. Por desgracia, el bache se tratará de abandonar ya en la jornada cinco ante el equipo de Logrosán. Será otro rival, en nuestro campo, y sobre todo seguro que el equipo saldrá, como ya demostró en Herrera, con las pilas puestas para cambiar esta situación.
Crónica de Santi Rayo, fotos Pedro Gonzálvez e infografía Juanma García.
Si queréis leer la crónica según el equipo rival, pinchad aquí.
2 comentarios:
JUVENILES:
Están llegando rumores de que Fernando quiere volver al equipo, antes que la directiva tome alguna decisión deberá discutirlo con los jugadores que muchos no estarán de acuerdo.
Saludos
no hay que tomar ninguna decisión.
La decisión la tomo el solito cuando decidio marcharse del equipo a jugar en otro porque este no era serio.
Hay que ser consecuente y "apechugar con las decisiones que se toman.
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