Santi Rayo nos hace la siguiente reflexión
CANTO A LA ESPERANZA
Es lo que pretendo escribir en estos momentos de evidente crisis de resultados tras las tres derrotas consecutivas que nos ponen los pies en el suelo.
Quién sea muy agorero verá en este post, más que un canto a la esperanza, una nueva versión del cuento de la lechera o, directamente, una interpretación interesada, qué sé yo. El caso es que los hechos son los siguientes, y lo digo con ánimo de levantar la moral a la tropa, sin olvidar, claro está, que hay que poner un poquito más todos de nuestra parte para intentar dar una alegría a la afición y, sobre todo, a esa gente que se está entregando para darnos a los jugadores las comodidades necesarias para poder dedicarnos a jugar.
Como decía antes, el caso es que hemos jugado 4 partidos. 1 ganado, 3 perdidos. Ocupamos el puesto 14, antepenúltimo. El bagaje, con los números en la mano, se presenta en principio bastante desolador, la verdad. Sin embargo, los números, fríos como son, obvian algunas cuestiones que deberían hacernos albergar cierta esperanza en revertir la situación a corto plazo. Y estas cuestiones son las que apuntaré en un pequeño ejercicio, como ya he dicho, de cuento de la lechera, esperando que no se rompa el cántaro.
Como decía, hemos perdido 3 partidos, pero un rápido vistazo a la clasificación nos hace cercionarnos de que dichas derrotas llegaron ante rivales de cierta entidad, quizá de los mejores del grupo, a saber :
- Torviscal , que lo ha ganado todo, marcha segundo y nos arrancó un escaso 0-1.
- Quintana de la Serena, situada con seis puntos en el puesto quinto y que plantó cara a Cabeza del Buey, tercer clasificado, perdiendo 2-3 en su campo.
- Cabeza del Buey, con 8 puntos situado 3º.
Un análisis más exhaustivo me lleva a comprobar que llevamos anotados la cantidad de 9 goles, cifras similares a los situados en cabeza. Aunque nuestro caso tal vez nos lleve a equívoco, pues 6 de ellos se anotaron en un partido, ante Ruecas, equipo que por cierto marcha 8º con 6 puntos.
Quizá hasta el momento nuestra mayor tara hayan sido los goles encajados, faceta que parecía en pretemporada que daría pocos problemas, pero a la cual, con lo datos en la mano, le ha faltado un poco más de rendimiento en los dos últimos partidos donde se han encajado la friolera de 10 goles, bastantes diría yo, lo que nos sitúa en este apartado como el 3er peor equipo, empatado con el 4º, Rena, que está situada con 6 puntos en una cómoda 7ª plaza.
También cabría destacar que Castilblanco, equipo que para nada se mostró superior a nosotros en pretemporada, se encuentra en 6ª posición y Campanario, con quién también jugamos en pretemporada y me causó una buena impresión, está 4º, equipo con el que perdimos en su campo pero no hubo mucha diferencia sobre el terreno de juego.
Y aquí termino. Sé que quizá haya sido una visión muy subjetiva y muy partidista del asunto, pero la hago desde la certeza de quién ha visto bastante fútbol y tiene la seguridad de que calidad tenemos en el equipo y, por lo tanto, a poco que la suerte acompañe y la implicación y la actitud sean las adecuadas, los resultados caerán, como fruta madura... y espero que no como el cántaro de la lechera.
CANTO A LA ESPERANZA
Es lo que pretendo escribir en estos momentos de evidente crisis de resultados tras las tres derrotas consecutivas que nos ponen los pies en el suelo.
Quién sea muy agorero verá en este post, más que un canto a la esperanza, una nueva versión del cuento de la lechera o, directamente, una interpretación interesada, qué sé yo. El caso es que los hechos son los siguientes, y lo digo con ánimo de levantar la moral a la tropa, sin olvidar, claro está, que hay que poner un poquito más todos de nuestra parte para intentar dar una alegría a la afición y, sobre todo, a esa gente que se está entregando para darnos a los jugadores las comodidades necesarias para poder dedicarnos a jugar.
Como decía antes, el caso es que hemos jugado 4 partidos. 1 ganado, 3 perdidos. Ocupamos el puesto 14, antepenúltimo. El bagaje, con los números en la mano, se presenta en principio bastante desolador, la verdad. Sin embargo, los números, fríos como son, obvian algunas cuestiones que deberían hacernos albergar cierta esperanza en revertir la situación a corto plazo. Y estas cuestiones son las que apuntaré en un pequeño ejercicio, como ya he dicho, de cuento de la lechera, esperando que no se rompa el cántaro.
Como decía, hemos perdido 3 partidos, pero un rápido vistazo a la clasificación nos hace cercionarnos de que dichas derrotas llegaron ante rivales de cierta entidad, quizá de los mejores del grupo, a saber :
- Torviscal , que lo ha ganado todo, marcha segundo y nos arrancó un escaso 0-1.
- Quintana de la Serena, situada con seis puntos en el puesto quinto y que plantó cara a Cabeza del Buey, tercer clasificado, perdiendo 2-3 en su campo.
- Cabeza del Buey, con 8 puntos situado 3º.
Un análisis más exhaustivo me lleva a comprobar que llevamos anotados la cantidad de 9 goles, cifras similares a los situados en cabeza. Aunque nuestro caso tal vez nos lleve a equívoco, pues 6 de ellos se anotaron en un partido, ante Ruecas, equipo que por cierto marcha 8º con 6 puntos.
Quizá hasta el momento nuestra mayor tara hayan sido los goles encajados, faceta que parecía en pretemporada que daría pocos problemas, pero a la cual, con lo datos en la mano, le ha faltado un poco más de rendimiento en los dos últimos partidos donde se han encajado la friolera de 10 goles, bastantes diría yo, lo que nos sitúa en este apartado como el 3er peor equipo, empatado con el 4º, Rena, que está situada con 6 puntos en una cómoda 7ª plaza.
También cabría destacar que Castilblanco, equipo que para nada se mostró superior a nosotros en pretemporada, se encuentra en 6ª posición y Campanario, con quién también jugamos en pretemporada y me causó una buena impresión, está 4º, equipo con el que perdimos en su campo pero no hubo mucha diferencia sobre el terreno de juego.
Y aquí termino. Sé que quizá haya sido una visión muy subjetiva y muy partidista del asunto, pero la hago desde la certeza de quién ha visto bastante fútbol y tiene la seguridad de que calidad tenemos en el equipo y, por lo tanto, a poco que la suerte acompañe y la implicación y la actitud sean las adecuadas, los resultados caerán, como fruta madura... y espero que no como el cántaro de la lechera.
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