C.D. TALARRUBIAS 3 - CABEZA DEL BUEY 2. BUENAS SENSACIONES.

Santi Rayo nos hace la crónica del amistoso disputado ayer con Cabeza del Buey.

C.D. TALARRUBIAS : Pedro Luis; Parra, Charli, Chato, Balta; Fidel, Juli, Pielero, Pajuelo; Fran Rivera y Cristian. Posteriormente también jugaron : Julio, Samuel, Manuel, Sergi y Fidel.

Goles: 0-1 m. 34; 0-2 m. 41; m. 57, 1-2, Samuel; 2-2, m. 63 Christian; 3-2, m. 77, Pajuelo.

Entretenido partido el visto en la tarde del sábado entre el C.D. Talarrubias y el Cabeza del Buey en el que, si bien los locales aún andaban inmersos en alguna que otra prueba (aunque con las ideas ya más definidas), fueron los dueños del partido en la mayoría de las fases de éste y cosecharon una ajustada victoria, que bien pudo ser más contundente a poco que la suerte hubiera estado de nuestro lado, aunque claro está, los goles, como se dice, para los partidos oficiales.

Dominó el Talarrubias el partido las dos partes del mismo, aunque el dominio se produjo de formas bien diferenciadas en ambas mitades. En la primera, con un equipo más combinativo (cuestión de nombres supongo), se elaboró el juego más que en la segunda y se generó la sensación de cierto dominio de la situación acompañado de ocasiones, algunas de ellas de cierta claridad. Se puede decir que la primera fase del partido fue más bien de tanteo, con dominio territorial de los locales, que trataban de llevar la iniciativa del juego.

Así, en el minuto 15, Fran Rivera trataba de rubricar un regalo de Pajuelo en una de sus ya clásicas internadas por la banda. El extremo colocó un centro tocado al segundo palo para que Fran, sólo tratara de empujar a la red. No fue así y el portero, muy hábil de reflejos y con gran rapidez, se echó a los pies del nuestro delantero para echar por tierra la gran ocasión. Gran acción del portero visitante.

El juego por aquellos entonces ya se había definido mucho más y la balanza de las ocasiones, ahora sí, estaba del lado local con varios disparos, algunos de ellos de escaso peligro, que ponían a prueba, una y otra vez, al Cabeza de Buey. De esta forma lo intentaron Pielero, Pajuelo, Christian y el propio Fran, sin que las acciones fructificasen del todo. Casi siempre los lanzamientos se marcharon desviados o tocaron en algún defensa. El gol era cuestión de tiempo, pensabamos, máxime después de que Pajuelo viera adelantado al portero visitante y le lanzara por alto un disparo de esos que se denominan "tocaditos". El balón tocó en el larguero.

Por lo tanto, y tras no aprovechar las ocasiones, Cabeza del Buey (un buen equipo, aunque varios puntos por debajo de lo visto la temporada pasada, o quizá nosotros por encima) montó un ataque en el que, tras una indecisión nuestra en el despeje, su jugador número 7 se planta solo contra Pedro Luis y lo bate con facilidad por bajo ante la salida a la desesperada de nuestro portero. Fue una muy buena jugada del Cabeza del Buey en el que su jugador número diez, jugador la temporada pasada del Campanario, dejó al primer toque solo al autor del gol.

Y otra vez a remar cuesta arriba como tantos partidos de la pretemporada. Se prosiguió con el dominio del partido aunque acusamos el golpe en parte ya que no se llegó con la misma claridad que en los momentos anteriores al gol, lo que nos llevó al descanso con la extraña sensación de haberlo hecho mejor pero ir perdiendo.

La seguna comenzó con cambio en el lateral izquierdo, en el que entró Julio por un entonado Balta en la primera parte. Julio no entró igual los primeros minutos y quizá fruto del nerviosismo o de que estaba frío combinó algunas acciones correctas con fallos no tanto. También salió Samuel sustituyendo a Pielero en la banda derecha.

Así, y tras adueñarnos del partido de nuevo en la segunda parte, una indecisión por nuestra banda izquierda provoca que concedamos un corner (con todo lo que suponen las jugadas a balón parado) que tras ser despejado tras el saque del mismo cae a pies del Cabeza del Buey que lo vuelve a poner en el área para que su jugador número 10, solo y sin oposición, marque a placer de cabeza. Ver para creer ya que pocas veces con tan poco se había obtenido tanta renta.

El Talarrubias, tras recibir al gol siguió jugando, ahora con un equipo y un estilo quizá más directo como decíamos al principio por la presencia de jugadores de otro corte, sin embargo nuestro primer aviso de la segunda mitad llegaría tras un lanzamiento de Juli que recogió un rechace tras corner a favor para golpear, el balón a bote pronto que Juan Carlos, portero visitante y conocido de la parroquia local, desvió en una gran acción a corner. Era quizá el prinicipio de la remontada.

Y vaya si lo fue. En una de la muchas galopadas de Pajuelo por la banda izquierda éste conecta uno de sus clásicos pases en diagonal hacia Fran Rivera, al corazón del área, demasiado lejos para que el portero salga y en aquellas zona en la que los defensas dudan qué hacer. Y así pasó, tras cierta indecisión de la zaga visitante Fran prolonga para su hermano Samuel que, tras rectificar algo su posición, conecta un derechazo que entra junto al palo. Era el gol que necesitábamos. Era el gol que allanaba la remontada.

Por entonces el dominio del partido había caído de nuevo de parte local y con la entrada de Manuel por Fran Rivera (desafortunado cara a gol en la tarde de ayer pero muy luchador) el dominio se acrecentó y la sensación de que el gol llegaría de nuevo, tal como en la primera parte, cundía entre la grada.

Llegó el gol del empate. En una jugada en el área visitante Cristian, luchador y voluntarioso toda la tarde, agarra un balón dentro del área y lo coloca fuera del alcance de Juan Carlos por bajo. Empate. Ya llovía menos y el equipo visitante asistía, quizá resignado, a lo que podía ser su derrota. Tuvieron un cierto bajón físico que se notó bastante, máxime cuando Manuel, trabajador incansable esté o no afortunado en el juego, aportó sus altas dosis de presencia en el juego. Por ahí Cabeza ya no pasó y claudicó perdiendo la cabeza y entrando en el terreno de la provocación y las faltas cayendo en reiteradas protestas y provocaciones, fruto de lo cual llegaría la expulsión de uno de sus centrocampistas por dirigirse al árbitro en no sé que términos.

Pero faltaba la rúbrica y esta llegó de pies de Pajuelo, que tras combinar con Christian, y gracias a la fuerza que nos tiene acostumbrados, se planta solo delante del portero visitante y lo bate con facilidad por bajo junto al palo. Tres a dos y la victoria, ya con uno más y siendo dueños y señores del partido, estaba en la buchaca.

Transcurrieron los minutos con algún acercamiento nuestro a la meta contraria de cierto peligro pero ya el marcador no se movería. Sólo comentar que un jugador de Cabeza del Buey, conocido de otras temporadas de Quintana de la Serena, empujó a Manuel en un lance del juego y este se revolvió en la acción siguiente dándole una patada (con balón por medio) a la que el primero reaccionó mal y se montó una pequeña tángana que no pasó a mayores.

Poco después llegaría el final del partido sin nada noticiable y los jugadores se saludaron en el campo aunque eso sí, camino de los vestuarios se encendió de nuevo alguna que otra llama de trifulca que no llegó a mayores.

En definitiva, victoria trabajada, aún sin tener todo el equipo ya que había varias ausencias más que destacables, que nos coloca a una semana del comienzo de la temporada. Entonces ya habrá puntos en juego. Entonces, y no tanto como ahora, será el momento de ganar el partido.