Jornada 26. Mérida C.F. 3 - C.D. Talarrubias 0

C.D. Talarrubias: Juanjo; Parra, Juli, Charli, Julio; Fidel (Fran64), Rafa, Miguel (Use, m. 72), Rolo (Jose, m. 46); Manuel y José Luis.

Goles: 1-0, m. 33; 2-0, m.45; 3-0, m. 86

Si comparamos el encuentro de la semana pasada con el de ayer, no tendríamos explicación a lo que sucedió en Mérida, si no recurrieramos a la frase manida de Vujadin Boskov de que "fútbol es fútbol". En una semana hemos pasado de ser el Doctor Jekyll a Mister Hyde, del día a la noche. Pareció que teníamos agotada toda esa intensidad y buenhacer que demostramos el domingo pasado. Y es que no es normal que haya tanta diferencia entre un partido y otro, a pesar de que hoy no estuvieran jugadores que lo hiceron tan bien la semana pasada como Carli, David, o el propio Christian que hubiera aportado otras soluciones en ataque.

Tropezamos otra vez en la misma piedra de todas nuestras derrotas: irnos del partido con protestas y entrar en "guerras" absurdas que nos hacen perder un partido, y medio del siguiente, por las tarjetas que nos sacan. Tenemos que aprender, como ya he dicho en alguna ocasión, "a contar mil" si es necesario antes de reaccionar a provocaciones o decisiones arbitrales que nos parecen injustas, pero que en muchos casos no lo son tanto. Y vamos a tener que dejar de justificar todo esto en la juventud del equipo.

Entrando en lo estrictamente deportivo lo primero que hay que decir es que los dos partidos que hemos jugado en césped artificial no nos han salido nada bien. En el caso de ayer los 2o minutos del primer tiempo fueron aceptables, así como los 10 del segundo. El resto para olvidar. En defensa más o menos bien, pero en el centro del campo Fidel se encontraba demasiado sólo a la hora de parar a los emeritenses en el centro del campo. Y eso que desde el banquillo y el propio Fidel exigían más ayuda para nuestro juvenil. Delante se luchó y hubo algunas oportunidades que no se concretaron.

En cuanto al Mérida, me gustó más que en el partido de Talarrubias, pero, como dije en el comentario a aquel partido, se esperaría mucho más de un equipo que es filial de un Segunda B. Y digo esto habiéndonos ganado por 3-0. Aprovecharon sus opontunidades y estuvieron mucho más centrados en el partido que el C.D. Talarrubias. Me gustaron dos delanteros pequeños de estatura que nos pusieron en aprietos en varias ocasiones, algunas que terminaron en gol.

Comenzó el partido con una jugada que pudo cambiar el desarrollo del partido radicalmente. En el primer minuto de juego el portero local falla en su salida al borde del área y un defensa da al balón con la mano. Se reclamó la expulsión, pero esta no se produjo. La falta la saca Parra bien, pero el portero manda a córner.

Otras jugadas destacables de estos primeros 20 minutos y que tuvieron más o menos peligro, fueron un centro de José Luis que ningún compañero puede aprovechar, un centro cerrado de Parra que el portero para, un córner que es rematado por Julio de cabeza y posteriormente José Luis dispara para que el portero blocara con cierta dificultad, una buena jugada entre Manuel y José Luis que, tras el centro de este último, nuevamente el guardameta local ataja, una falta lateral que saca Parra y un defensa toca ligeramente, evitando que José Luis pudiera rematar de cabeza cuando se encontraba en posición inmejorable, un disparo de Rafa que se marcha alto, tras jugada de Manuel. Luego en el minuto 35 y con el 1-0 en el marcador hubo un pase en profundidad de Manuel a José Luis al que llega antes el portero por poco.

Por parte de Mérida hay que destacar la primera aproximación a nuestra portería en el minuto 5 que se va fuera, algunos disparos muy desviados, su petición de penalti en una jugada en la que, tras un centro, saltan dos jugadores pero poco más. Y los dos goles. El primero en el 33 cuando no despejamos una pelota con la contundencia necesaria y, al llegarle el balón a un jugador local, su disparo se cuela a la derecha de Juanjo. El segundo una jugada por la banda derecha emeritense en la que uno de sus rápidos delanteros se va en carrera de nuestra defensa, dribla a Juanjo y la pelota llega a su compañero el número 11 que marca en el 45. Y un minuto después una jugada, que pareció ensayada, pudo terminar en el 3-0 al dejar pasar un local la pelota y disparar un compañero. Parra pudo despejar.

El segundo tiempo comenzó con dominio de Talarrubias pero sin oportunidades mínimamente destacables. Mérida sí tuvo una en el 47 al pasearse una pelota por toda nuestra área sin que nadie rematara. En el 60 un disparo lejano de Manuel lo atrapó el portero sin dificultad.

Y a partir del 69 el equipo se desquicia y entramos en las ya comentadas protestas y guerras valdías. En este minuto un jugador emeritense cae al terreno de juego, el árbitro consulta al linier y, según me dicen, parece que este indica que no ha visto nada, pero Rafa se encara con el jugador que sigue en el suelo y se forma un barullo que acaba con nuestro jugador camino de los vestuarios. Dos minutos después un fuerte entrada a Miguel hace que este se encare con el jugador local. Rápidamente nuestro mister lo cambia, aunque nuestro centrocampista desde la banda le pedía que no lo hiciera. Decisión acertada de Juli, ya que sabemos que Miguel es de "sangre caliente" y, aunque se está "enmendando algo", corríamos un claro riesgo de quedarnos con 9. Y es que en esta parte del partido juego poco, protestas muchas.

En cuanto al juego, con nueve jugadores, ya que Manuel tuvo que abandonar el terreno de juego, con tres defensas y Charli y Juli en el medio del campo, Mérida se echó aún más hacia atras. Charli sacó dos faltas con peligro: la primera desde un lateral se va fuera en el palo corto y en la segunda, más centrada y tras disparar con potencia, la pelota se marcha a la derecha del portero. José Luis fabricó una medioocación en la última jugada del partido al marcharse por la banda y su centro ser atajado por el portero.

Por parte de Mérida pudo marcar en una pelota que Juanjo no ataja en primera instancia, para después, tras el rechace y disparo de un jugador local, sí hacerlo. Antesala del 3-0 fue un lanzamiento de un delantero emeritense, en claro fuera de juego que no se señaló. Sí llegó en el 86 cuando el rápido jugador número 11 se va hacia el área sin que nadie corte su avance y dispara para hacer el 3-0.

El árbitro debió de pensar, como todos los presentes, que todo el pescado estaba más que vendido y por eso pitó el final descontando 18 segundos. Y fue de agradecer porque nada beneficioso podía ocurrir en el descuento.

La semana que viene contra nuestro vecinos de Navalvillar de Pela. Esperemos que el Mister Hyde de ayer vuelva a transformarse en el Docto Jekkyl de la jornada pasada.